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¿Cómo hablar de la muerte con los niños?

 ¿Cómo hablar de la muerte con los niños?

Aunque sabemos que la muerte es parte del ciclo natural de la vida, en ocasiones la pérdida de una mascota, familiar o amigo cercano de la familia nos obliga a tener esta delicada conversación con nuestros hijos.

 

Primero, es importante tener en cuenta que es habitual que lo niños sepan más de lo que imaginamos sobre la muerte, pese a que no suele ser un tema de conversación con ellos. Basta con ver cualquier película de Disney para darnos cuenta de que el concepto está presente en sus vidas y dependiendo de la edad, tendrá un significado u otro.

 

Según el psicólogo infantil Guillermo Sánchez Gutiérrez, la edad es un factor  clave para explicar la muerte a un niño, sin embargo, siempre deberá afrontarse con la verdad de forma clara, sencilla y sin metáforas. Evite decir «duerme en paz», «lo perdimos», «se fue al cielo» o “viajó al más allá´”, estos eufemismos incluso pueden generar temores al dormir o hacer viajes largos.

 

En niños pequeños la explicación puede ser más breve y concisa, mientras que en niños mayores se puede añadir una explicación más detallada de lo ocurrido. El psicólogo aclara, además, que los adultos debemos procurar prestar atención a lo que necesita el niño en duelo: hablar, llorar, estar en silencio, afecto físico… para así brindárselo.

 

En base a los conocimientos del personal especializado en psicología infantil, hemos elaborado una guía general para ayudarle a entender cómo abordar el tema de la muerte con niños de diferentes edades.

 

  • De 2 a 6 años:

A esta edad normalmente se entiende la muerte como algo reversible y temporal como ocurre en los dibujos animados, por ejemplo.

Se trata de una edad en la que los niños formulan muchas preguntas, por lo que debemos estar preparados para responder a sus dudas del modo más claro posible. Si se da la pérdida de algún ser querido es muy importante mantener sus rutinas y horarios, de esta manera, le transmitiremos tranquilidad, seguridad y estabilidad en el ambiente.

 

  • De 6 a 10 años

La capacidad de razonamiento a esta edad es mayor por lo que comienzan a darse cuenta de que la muerte es algo definitivo: incluso, muchos empiezan a tener la iniciativa de ir al cementerio o participar de los rituales de despedida. Es importante explicarles con antelación en qué consistirá, no dejarlos solos y  tratar de responder todo aquello que nos vayan preguntando.

 

  • De 10 a 13 años

En la edad preadolescente seremos un ejemplo para ellos a la hora de asumir una pérdida y seguir adelante. Para ello, debemos mostrarnos cercanos y dispuestos a escucharles, además de respetar sus momentos de soledad y silencio.

 

Tips de ayuda

  • Recuérdele a su hijo que no todas las personas que se enferman mueren.
  • Recuérdele cuántas personas en su vida lo cuidan y lo aman.
  • En caso de duelo, evite la separación física inmediata, ya que esto puede aumentar el sentido de inseguridad del niño.
  • Recuerde que el juego puede ser el lenguaje de la infancia, manténgase alerta a aquello que los niños quizás estén tratando de decirle a través de él.
  • Dele a su hijo explicaciones simples y honestas sobre lo sucedido y luego pregúntele qué es lo que entiende.
  • Tómese tiempo para aclarar cualquier malentendido o interpretación incorrecta.

 

Los niños pequeños escuchan y ven las cosas tal y como lucen, es importante que la información que reciban sobre la muerte se brinde en un lenguaje simple y claro. Los libros son una buena herramienta para afrontar este tema que puede resultar delicado con los más pequeños.