En un hospital no solo se interna un ser querido: también se internan nuestros días, nuestras noches y nuestras esperanzas.
La vida a veces golpea tan fuerte que parece que no podremos volver a levantarnos. Una reflexión para vivir con el alma la Semana Santa
Cuando un niño pierde a un ser querido, su mundo cambia para siempre. Como adultos, queremos protegerlos, aliviar su dolor, pero a veces no sabemos por dónde empezar.
“Cuando los astros se apaguen en el cielo, cuando los pájaros paralicen su vuelo… ese día yo te seguiré esperando.”
Una frase cargada de optimismo no siempre es la más adecuada en Navidad. A veces, necesitamos palabras llenas de empatía y esperanza, que permitan abrazar nuestras emociones sin ser juzgados.
Todo el tiempo te estoy olvidando. Cada pequeño gesto parece un intento de dejar atrás el dolor de tu ausencia.
Cada frase, cada pensamiento, es una forma de mantener vivo su legado, de reafirmar que, aunque no lo veamos, siempre estará con nosotros.
Nos despedimos antes de conocernos, pero siempre estará en mi corazón. Siempre.
¿Qué sucede cuando el corazón deja de latir? Es una pregunta tan antigua como la humanidad misma, y aún hoy sigue siendo objeto de estudio e interés
Cada palabra, cada flor es un puente entre los dos, un recordatorio de que la muerte no es un final, sino una pausa en el camino.