Mi bebé falleció, pregúntame su nombre por favor

 Mi bebé falleció, pregúntame su nombre por favor

Hay dos verdades que son claras: no hay nada que vaya más en contra de la naturaleza que ver morir a un hijo; y NADA, absolutamente NADA, nos prepara para despedirlo, no importa la edad que tenga.

 

Es por esto que algunos padres nunca superan la pérdida de su hijo y eso, aunque suene inaudito, está bien; porque como lo hemos recalcado en varias ocasiones, no hay manera ‘correcta’ de vivir el duelo, mucho menos el duelo de un hijo.

 

En el mes de octubre se conmemoran aquellas historias que se esconden detrás de muchas sonrisas incómodas, aquellas historias que a veces resultan demasiado difíciles de expresar en palabras, sobre todo cuando la pregunta es ¿Cuántos hijos tienes?

 

Ese momento que cambió la vida para siempre

Cada historia de una madre o padre en duelo tiene sus propios matices y particularidades, pero todas comparten un hilo en común de dolor y fortaleza: un bebé que nació en silencio, un niño que se convirtió en ángel, unos brazos que quedaron vacíos y una fecha que duele en el corazón.

Padres en duelo

Hay algo valioso que nos deja esta experiencia tan dolorosa: nos enseña a ser padres, los mejores padres para nuestros hijos en el cielo, porque aunque ellos ya no estén físicamente siguen habitando en el alma.

 

Madre y padre en duelo, ese bebé que llevas en tu corazón siempre será tu hijo, siempre lo recordarás como tal y es muy importante que les des su lugar.

 

Ellos en su ausencia nos han revelado el valor de la unión familiar, el amor de los hermanos, la amistad verdadera, la humanidad de los doctores, la ayuda desinteresada…

 

Y sobre todo, el amor de pareja, porque en lugar de permitir que el dolor los consuma, decidieron abrazarlo juntos y transformarlo en un poderoso vínculo de apoyo mutuo.

 

Si no eres una madre o padre en duelo

Por favor, nos bajes tu mirada cada vez que un padre o madre en duelo te habla de ese momento que cambió su vida para siempre, no cambies de tema, no minimices un dolor tan grande.

 

¿Qué puedes hacer? Pregúntale por su nombre.

 

Valida su maternidad / paternidad, permítele que hable de él, de los muchos o pocos recuerdos que guarda en su corazón,  aquello es el tesoro más preciado que tendrán los padres.

 

Si todos pudiéramos entenderlo, nos convertiríamos en un tejido de corazones entrelazados por un lazo indestructible de empatía y comprensión.

 

A quienes estén pasando por una pérdida gestacional, perinatal o infantil: un abrazo fraterno y la esperanza de que podrán salir adelante.

 

¡Bebé, hasta que nos volvamos a encontrar! 👼