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Frases del Papa Francisco sobre la muerte

 Frases del Papa Francisco sobre la muerte

Todavía lo recordamos. Bajo la lluvia, en la Plaza San Pedro completamente vacía, el Papa Francisco se quedó solo. Sin fieles. Sin aplausos. Solo él, con su voz y su fe, rezando por el mundo en plena pandemia.

 

Fue un momento que quedará grabado en la memoria de la humanidad: el sumo pontífice, de pie, orando con y por nosotros cuando más lo necesitábamos.

 

Hoy, el mundo llora la partida de Jorge Bergoglio, el primer sacerdote jesuita y el único americano que ha llegado a ser cabeza de la Iglesia Católica. Su fallecimiento, tras una prolongada neumonía, ha dejado un profundo vacío. Pero también ha encendido una llama de gratitud en millones de corazones.

 

Francisco fue una voz de humildad, paz y servicio en un mundo que grita por amor y verdad. Defendió a los más vulnerables y abrazó la diversidad. Sin embargo, más allá de sus posturas y reformas, dejó un legado espiritual que trasciende religiones y fronteras.

 

Estas son algunas de sus frases más conmovedoras sobre la muerte, la esperanza y la eternidad:

 

“La muerte no es el fin de todo, sino el comienzo de algo. Es un nuevo inicio.”

Así hablaba el Papa Francisco sobre el sentido de la vida eterna. Para él, la muerte no era una despedida definitiva, sino la puerta hacia una existencia más plena, más luminosa:

 

“Es un nuevo comienzo, porque la vida eterna, que quienes aman ya experimentan en la Tierra en las ocupaciones cotidianas, es el inicio de algo que no tendrá fin.”

Como verdadero pastor, supo tocar el corazón humano con palabras sencillas, pero profundas. Nos recordó que la vulnerabilidad no es debilidad, sino una parte esencial de la condición humana:

 

“El Señor nos dice que estemos preparados para el encuentro. La muerte es un encuentro: es Él quien viene a encontrarnos, quien viene a tomarnos de la mano y llevarnos con Él.”

En 2019, en una de sus últimas homilías dedicadas al tema del final de la vida, dijo:

 

“Señor, prepara mi corazón para morir bien, morir en paz, morir con esperanza.”

 

Incluso en sus mensajes cotidianos, llenos de calidez y cercanía, el Papa Francisco dejaba enseñanzas profundas:

 

“No temas al tiempo, nadie es eterno; no temas a las heridas, te hacen más fuerte; no temas al llanto;  te limpia el alma; no temas a equivocarte,  te hace más sabio… y mucho menos a la soledad: ¡Dios contigo siempre está!”

 

Estas palabras, nacidas de la fe, hoy se convierten en consuelo para todos los que transitan un duelo. No importa si profesamos la misma creencia. Cuando un corazón que inspiró a tantos deja de latir, el alma del mundo se detiene por un momento.

Su legado

Jorge Mario Bergoglio fue más que un líder religioso. Fue una figura de unidad en medio del caos, un faro que nos recordó el valor del silencio, la importancia del amor y la urgencia del perdón. Su compromiso con la paz, la justicia y la compasión deja una huella imborrable.

 

Desde Jardines de Esperanza, oramos por quienes hoy sienten esta partida. Y compartimos estas palabras del propio sumo pontífice, que quizás, en medio del dolor, puedan traer algo de luz:

 

“Todos somos vulnerables, y todos tenemos una puerta a la que el Señor llamará algún día.”

 

Que su ejemplo y sus palabras sigan guiando los pasos de quienes buscan sentido en medio de la pérdida.